LAS PARÁBOLAS DE JESÚS
PROPÓSITO DE LAS PARÁBOLAS
(Marcos 4.10–12; Lucas 8:9–10)
10 Entonces, acercándose los discípulos, le preguntaron:
—¿Por qué les hablas por parábolas?
11 Él, respondiendo, les dijo:
—Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado,
12 pues a cualquiera que tiene, se le dará y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:
»“De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis,
15 porque el corazón de este pueblo se ha entorpecido, y con los oídos oyen pesadamente,
y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, ni oigan con los oídos,
ni con el corazón entiendan, ni se conviertan y yo los sane”.
16 »Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
17 De cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Mateo 13:10-16.
LA PARÁBOLA DEL TRIGO Y LA CIZAÑA
Mateo 13:24–30.
24 Les refirió otra parábola, diciendo: «El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
26 Cuando brotó la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
27 Fueron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña?”.
28 Él les dijo: “Un enemigo ha hecho esto”. Y los siervos le dijeron: “¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?”.
29 Él les dijo: “No, no sea que al arrancar la cizaña arranquéis también con ella el trigo.
30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: ‘Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero’ ”».
JESÚS EXPLICA LA PARÁBOLA DE LA CIZAÑA
Mateo 13:36-43.
36 Entonces, después de despedir a la gente, entró Jesús en la casa. Se le acercaron sus discípulos y le dijeron:
—Explícanos la parábola de la cizaña del campo.
37 Respondiendo él, les dijo:
—El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre.
38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del malo.
39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
40 De manera que, así como se arranca la cizaña y se quema en el fuego, así será en el fin de este mundo.
41 Enviará el Hijo del hombre a sus ángeles, y recogerán de su Reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen maldad,
42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31)
Que Dios te bendiga.
Un abrazo
Tu Amigo: Carlos F.
Escríbenos.
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Skype: alimentoparalamente
A vosotros os es dado saber el Misterio del Reino de Dios; pero a los que están fuera, por parábolas todas las cosas, para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan y les sean perdonados los pecados.
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