Busca con Google

COMO PROTEGER TU CASA CON JESUCRISTO

viernes, 27 de junio de 2008

LA PARÁBOLA DEL FARISEO Y PUBLICANO

LAS PARÁBOLAS DE JESÚS

PROPÓSITO DE LAS PARÁBOLAS
(Marcos 4.10–12; Lucas 8:9–10)

10 Entonces, acercándose los discípulos, le preguntaron:
—¿Por qué les hablas por parábolas?
11 Él, respondiendo, les dijo:
—Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado,
12 pues a cualquiera que tiene, se le dará y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:
»“De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis,
15 porque el corazón de este pueblo se ha entorpecido, y con los oídos oyen pesadamente,
y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, ni oigan con los oídos,
ni con el corazón entiendan, ni se conviertan y yo los sane”.
16 »Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
17 De cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Mateo 13:10-16.

LA PARÁBOLA DEL FARISEO Y PUBLICANO
Lucas 18:9–14.

9 A unos que confiaban en sí mismos como justos y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
10 «Dos hombres subieron al Templo a orar: uno era fariseo y el otro publicano.
11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: “Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
12 ayuno dos veces a la semana, diezmo de todo lo que gano”.
13 Pero el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “Dios, sé propicio a mí, pecador”.
14 Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro, porque cualquiera que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido».

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31)
Que Dios te bendiga.
Un abrazo
Tu Amigo: Carlos Félix.

No hay comentarios: